Educando la alimentación, educando la salud

En esta ocasión he decidido participar junto con otros bloggers en la III Edición del Carnaval de la Nutrición que organiza el blog Scientia. Se puede escribir sobre cualquier tema relacionado con la nutrición, pero el afitrión propuso “La muldisciplinariedad científica en el desarrollo de la Nutrición Humana” como nexo de unión de las diferentes entradas. Puso como ejemplos la relación de la Nutrición con la Química, la Física, la Microbiología, la Medicina, las Matemáticas, la Biotecnología, la Geología, la Tecnología… y hasta las Humanidades decía.

Al leerlo eché en falta una disciplina tan relacionada con la Nutrición como la Educación. Aunque en un primer momento puede parecer que se encuentran separadas, intentaré que al final del artículo esa distancia os parezca inexistente.

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Creo que existe una relación directa entre el nuevo modelo de alimentación que la sociedad ha ido adquiriendo y el proceso de globalización mundial que se ha impuesto en los últimos años. Tanto la toma de decisiones incorrectas sobre el consumo como el mal uso de los alimentos disponibles nos han llevado a unos hábitos alimentarios inadecuados (como se puede ver en los resultados de la encuesta nacional de ingesta dietética llevada a cabo entre los años 2009-2010) y, en consecuencia, también a una serie de enfermedades. Uno de los casos más claro lo encontramos en el sobrepeso y la obesidad. Más del 55% de la población española tiene exceso de peso (Encuesta nacional de salud) y la obesidad infantil es el principal problema de salud pública actualmente en ese rango de edad. Según datos del estudio ALADINO, el 45% de los niños y niñas españoles de entre 6 y 9 años tienen exceso de peso.

Se iniciaron diferentes programas como el llamado NAOS, allá por el 2005, para sensibilizar a la población del problema que la obsesidad representa para la salud e impulsar iniciativas para que especialmente niños y adolescentes adopten hábitos de vida saludables a través de la alimentación y la práctica de actividad física. Pero la realidad demuestra que no han sido suficientes para cambiar los hábitos alimentarios de la población actual. Creo que en muchos casos falta el convencimiento de que todo es cuestión de equilibrios. No se trata de eliminar alimentos de la dieta, sino de reducirlos para llegar a ese equilibrio que es bueno e imprescindible para la salud.

El caso de la obesidad es quizás el más llamativo, aunque no el único. Los transtornos alimentarios, y la dificultad de concentración i aprendizaje de los estudiantes son otras muestras de las consecuencias asociadas a una alimentación incorrecta.

Heiwa_elementary_school_18By ajari from Japan

Y es ante esos graves problemas cuando toma relevancia el papel de la educación alimentaria. Educación que debemos entender en el más amplio sentido de la palabra y que és responsabilidad de todos. Se ha hablado en los últimos tiempos de que la solución se podría encontrar, entre otras acciones, en añadir en el plan de estudios escolares aspectos de alimentación y nutrición. Así lo recoge la estrategia del programa NAOS: “Incluir en el currículo académico conocimientos y habilidades relativos a la alimentación y a la nutrición”. Estas acciones, juntamente con el trabajo que desde los comedores escolares se realiza en favor del equilibrio nutricional en los menús diarios, pueden ser útiles para que los niños tomen conciencia del tipo de alimentación que llevan; pero no creo que realmente tengan, por ellas mismas, el poder de cambiar sus hábitos alimententarios hacia unos más saludables. La alimentación no puede ser nunca equilibrada relizando una sola de las comidas de forma adecuada. La escuela es sólo responsable, i no en todos los casos, de una de las cinco comidas que todo niño debe realizar a lo largo del dia.

Es, por tanto, la familia la que debe tener un papel determinante en la adquisición de unos hábitos alimentarios saludables y, sobretodo, en su mantenimiento. El trabajo debe empezar cuando los niños son pequeños, ya que a través de la interacción con los adultos adquieren determinadas preferencias, costumbres y hábitos en general, que se relacionan directamente con las prácticas alimentarias de la familia. Teniendo siempre en cuenta que el cambio es un proceso largo en el tiempo y no un acto aislado.

todos copyLa familia i el centro educativo han de ser, por tanto, los dos grandes pilares de la educación, pero no los únicos responsables de la misma. Todos y cada uno de nosotros tenemos un papel en ese cambio: desde las administraciones e instituciones hasta la industria alimentaria, pasando por los profesionales de la cumunicación y la sociedad en general, que presenta unos modelos parciales y que obedecen a intereses particulares. Debería prevalecer aquello que podríamos llamar el bien por la salud común, aquel bien que podemos hacer a la sociedad actual, y sobretodo futura, con las acciones individuales.

Maria de los MozosHola! Soy Maria, la Dietista – Nutricionista graduada detrás de More Than Feeding. Podéis leer más sobre mi historia aquí. También me encontraréis en facebook e instagram.

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